Se denominan así las zonas de agua que rodean los dos polos, aunque su extensión no es igual. En el Ártico el límite son los 10ºC ambientales en julio, mientras que en el Antártico su extensión depende de la convergencia antártica, la zona donde las aguas frías del Atlántico corren sobre las aguas más calidas del norte.
La temperatura del agua es de unos 0ªC, debido al bajo ángulo del sol y las cualidades reflectantes del hielo que reducen el impacto del sol.
Aunque parezcan poco apropiadas debido a su temperatura, por debajo de ellas y del hielo existen zonas de abundante vida marina, difiriendo según su posición geográfica. El Antártico es un continente aislado cubierto de hielo, rodeado por una corriente oceánica que separa las aguas del polo de las más calidas del norte. El Ártico es una zona del océano cubierta de hielo, con tierras muy cercanas, por lo que se ve más afectada por los cambios de temperaturas, y las corrientes costeras.
Las plantas y animales también difieren según el polo. La base alimenticia es el krill, unos pequeños animales similares a las gambas, que flotan en grandes cantidades sobre la superficie. Esto atrae a muchos animales durante las migraciones, como las ballenas. El antártico, por ejemplo, posee 7 especies propias de krill.
Los animales han tenido que adaptarse a las duran condiciones climáticas, tendiendo al gigantismo, para minimizar los efectos de la pérdida de calor. Los peces tienen elevados contenidos en grasa, y los mamíferos poseen grasa y pelo. Así mismo algunas especies migran en invierno, y otras poseen proteínas “anticongelantes” que mantienen la sangre fría en las bajas temperaturas.