El cuerpo al tener aire en su interior y llevar el equipo flota. Existen varios sistemas para llevar lastre, lo que permite elegir a cada buceador el más adecuado y cómodo.
Es el lastre más común y barato, tiene como función llevar los plomos, que ayudan al cuerpo a sumergirse.
Los nuevos cinturones van provistos de bolsillos, para meter otros tipos de pesos, como los perdigones, y ajustarlo mejor a las características de cada buceador. Esto suele ser más cómodo para las mujeres, ya que se adaptan mejor al cuerpo, y no recae todo el peso sobre las caderas.
Todos los cinturones están provistos de una correa y un cierre. La correa debe adaptarse a la talla de cada buceador, y ser algo rugosa para tener algo de adherencia y que no se deslice sobre el traje.
Debe tener una hebilla de zafado rápido, pudiéndose soltar con un solo dedo. Existen dos modelos principales:
Los modelos más clásicos de pesos son de formas rectangulares, con dos rajas en el centro para meter el cinturón. Pero también se pueden encontrar plomos de formas diferentes, como corazones, granadas, soles…
Para que las piezas de plomo no resbalen se pueden asegurar con topes de plástico, o retorciendo el cinturón al pasarlo por cada peso.
La correa puede estar fabricada en algodón, caucho o fibras sintéticas. El algodón es muy resistente pero al quejarse se queda muy rígido. El caucho al ser elástico se adapta bien a la cintura del buceador, pero con el tiempo se degrada. Y las fibras sintéticas tienen el inconveniente de que los plomos resbalan con mucha facilidad.
Los cierres antiguos eran de latón cromado. Actualmente se realizan en acero inoxidable o plástico.
Los pesos se suelen fabricar en aleaciones de plomo, y entre 0.5,1, 2 kg. de peso. Suelen llevar una capa protectora de vinilo u otro plástico para evitar su oxidación, y que caigan partículas de plomo al agua.
Es un dispositivo similar al chaleco, que coloca los plomos sobre los hombros, siendo más fácil de llevar el lastre. Tienen cierres de descarga rápida para poder soltarlo con facilidad en caso de emergencia.
Existen chalecos que llevan bolsas de pesos logrando una buena distribución de lastre y de equilibrio. Se suele llevar el peso en bolsas de descargue rápidas, aunque también disponen de zonas secundarias.
No es posible dar indicaciones precisas de los plomos necesarios que se debe colocar, ya que depende del buceador, de su equipo y de la profundidad de la inmersión.
El agua dulce, al no tener sal, posee una flotabilidad menor que la del mar, por lo que se recomienda quitarse alrededor de 2 kilos de lo que se haría para agua salada.
Se considera un buen lastrado cuando la flotabilidad es nula a 3 metros por debajo del nivel del agua, para efectuar así bien la parada de seguridad.
Es imprescindible si se usa traje de neopreno, pero sino se lleva puede resultar peligroso en inmersiones de Snorkel, sin traje protector a profundidades superiores a 10 metros.
Al llevar un traje húmedo el aire interior puede quedarse atrapado en los pies y poner cabeza abajo al buceador. Existen lastre de tobillos que impiden que suceda eso.