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Profundímetros

Una de las cosas más importantes que se debe es la profundidad a la que se encuentra un buceador. El profundímetro es un aparato similar a un reloj, que como su nombre indica, marca la profundidad a la que se está.

Suelen llevar la esfera sobredimensionada para facilitar su lectura. Si el modelo es de agujas se recomienda que tenga un campo de lectura entre los 0 y los 12 metros lo más amplio posible, para facilitar el control de paradas.

Es un aparato frágil, que debe lavarse con agua dulce desopués de cada inmersión. Si las agujas no vuelven a la posición de 0 metros revíselo.

Tipos de profundímetros

  • Profundímetro capilar: es el más barato, pero más inexacto solo aconsejable para profundidades inferiores a 10 metros. Funciona según la Ley de Boyle con una burbuja de aire que se desplaza por el interior de un tubo dependiendo de la presión ambiental. Casi no se fabrican.
  • Tubo de Bourdon: el cual funciona según el principio de deformación de un tubo curvado en forma de espiral al que se le aplica una presión.
  • Profundímetro de diafragma o membrana: tienen una cámara húmeda, donde el agua presiona sobre el diafragma que se deforma según al presión.
  • Estos dos últimos son más caros pero más exactos. Se debe saber que están calibrados a nivel del mar, y que si la inmersión es en un lago de montaña se deben hacer los cálculos adecuados para saber la profundidad.

    Es aconsejable que lleve una segunda aguja, llamada de memoria, que sirve para marcar la máxima profundidad de la inmersión.

  • Profundímetro electrónico: lee la presión a través de una pequeña carga. También da lecturas de el tiempo de inmersión, la profundidad máxima alcanzada, temperatura… Algunos incluyen alarmas sonoras que indican si se asciende a una velocidad superior a la prefijada. Su medida se basa en la presión absoluta real, no en la atmosférica como los otros, teniendo una precisión de 0,5 metros.