El regulador permite al buceador respirar bajo el agua. Es un elemento que une al buceador con el aire comprimido que contiene la botella, regulando el aire según su demanda y la presión ambiental.
El regulador más usado en la actualidad tiene dos etapas separadas. El aire a alta presión de la botella se reduce a una presión intermedia primero, para después suministrarlo a una presión ambiental.
Actualmente los reguladores estás concebidos para trabajar con una presión de alimentación de 200 bar, aunque con ligeras modificaciones se pueden usar para 300 bar.
Presenta dos etapas: la 1ª se conecta directamente a la grifería de la botella, y sirve para reducir el aire que sale de la botella a 8-12 bares. Una vez que el aire atraviesa esta parte, se dirige a través de un latiguillo que sale de una de las conexiones de baja presión de la 1ª etapa hacia la 2ª etapa. Esta parte es la que se coloca en la boca, y por la cual se respira. Su función principal es reducir aún más la presión del aire, igualándola a la ambiental, permitiendo una respiración normal. Estos a su vez presentan varios modelos, dependiendo del uso al que vayan dirigidos.
Se fija a la grifería mediante un estribo sujeto con un tornillo, asegurando el suministro de aire a presión reducida. Puede funcionar de dos maneras, con membrana o con pistón. En el primer caso la etapa se divide en tres cámaras, alta, media y baja presión, con diferentes componentes cada una. El segundo tipo, la primera etapa con pistón es el más usado al ser muy simple su funcionamiento. Todo el mecanismo cae sobre el pistón, el cual al moverse permite el flujo de aire de una cámara a otra.
Permite la respiración de aire ajustada a la demanda y a la presión ambiental. Se sujeta a la boca por una boquilla. Una membrana divide la segunda etapa en dos partes: la cámara seca que contiene el mecanismo y la cámara húmeda cuya función es mantener en contacto la membrana con la presión ambiente.
Su funcionamiento es muy simple, cada inspiración provoca el movimiento de una palanca que se desplaza, provocando el movimiento de la membrana. Durante el reposo, la válvula se mantiene presionada contra la entrada de aire mediante un muelle. La inspiración hace que la membrana baje debido a la baja presión, la cual se apoya sobre la palanca, permitiendo que la válvula deje entrara aire hasta que se restablece la presión. Durante la espiración el aire sale al exterior a través de una pequeña membrana, llamada la válvula de inspiración. Está situada dentro de la carcasa, protegida por un deflector que permite dirigir el flujo de burbujas fuera de la vista. Una válvula de espiración con un diámetro mayor supone un menor esfuerzo.
Sirve para expulsar el agua almacenada en la 2ª etapa, usando aire de la botella. Es de gran tamaño, para localizarlo fácilmente.
Protege la 1ª etapa de contaminación por polvo u otras sustancias. Si el regulador no se usa, la tapa debe de estar colocada.
Es por donde sale el aire que espiramos al exterior. Se tiene que mantener limpia y en buen estado, porque sino puede que entre agua a través de ella en la 2ª etapa. Se recomienda usar segundas etapas transparentes o con fácil acceso para poder facilitar la revisión de la válvula.
Existen reguladores que cuentan con ajustes de flujo de aire y resistencia de inspiración, cuya función es permitir al buceador regular manualmente la cantidad de aire que quiere recibir y el esfuerzo de inhalación que debe realizar. Esto va bien, cuando por razones de fatiga o trabajo se requiere más aire con menor esfuerzo.
Están situadas en la 1ª etapa. Lo usual es tener dos de alta presión y varias de baja presión. Estas últimas, sirven para conectar instrumentos que funciones a presión reducida, como la 2ª etapa.
Las de alta presión sirven para colocar los instrumentos que se encargan de controlar la presión actual de aire que contiene la botella, como el manómetro. También se colocan herramientas especiales para trabajos profesionales.
Sirve de reserva en caso de fallo de la otra, y para facilitar la respiración compartida, en caso de emergencia de la misma botella. Se suele instalar a la derecha para asegurar un equilibrio con los tubos que salen de la primera etapa del regulador. Es obligatorio en Europa continental para los guías y los monitores, y en los países anglosajones para todos los buceadores.
El octopus y la cámara a la que está unido suele ser de color amarillo chillón para facilitar su localización en caso de emergencia, y distinguirlo más fácilmente de la segunda etapa principal.
La mayor parte del tiempo el octopus queda colgando del chaleco, ya que no se utiliza a no ser que haya una emergencia. Existen varios modelos de abrazaderas que permiten sujetarlo al chaleco, soltándolo rápidamente en caso necesario. Algunos buceadores se lo cuelgan a la altura del estómago, otros a la del pecho y otros alrededor del cuello mediante unas anillas.
El tubo que une la primera y segunda etapa del regulador debe ser flexible y resistente. El material más usado es el kevlar. Su longitud normal es de 70-80m cm. para uno normal, y 1 m. para el octopus. Los tubos se acoplan a las salidas de media presión de la primera etapa y en la llegada de aire de la segunda etapa.
A medida que la presión de las botellas disminuye, también baja la media presión suministrada. Esto provoca una pequeña resistencia a la inspiración sobre todo a grandes profundidades. Para evitarlo los fabricantes han sacado sistemas de compensación o equilibrio neumático, los cuales aseguran al buceador una media presión constante, a cualquier profundidad. Con ello también se mejoran el rendimiento de la segunda etapa. Al anularse así mismas las fuerzas producidas por el aire en la cámara de alta presión, el valor de la media opresión sólo dependerá del muelle del pistón, el cual ejerce una fuerza constante independientemente de la profundidad.
Las segundas etapas se fabrican usando resinas sintéticas, ya que proporcionan son ligeras, resistentes y confortables. Además el agua de mar no las daña. Las boquillas al principio eran de caucho pero se ha sustituido por silicona antialérgica, ya que es más flexible, y sin sabor desagradable. Las membranas son también de silicona.
El regulador se debe revisar regularmente, ya que su mecanismo es muy sensible a los choques y vibraciones pudiendo tener fugas. Después de cada inmersión se tienen que aclarar con agua dulce, tapando primero la entrada de aire de la primera etapa con el tapón. Se debe guardar el regulador protegido del calor, la humedad y el polvo. Se recomienda que después de cada temporada un especialista revise los reguladores.
Al pasar el aire por el regulador se enfría. Si la temperatura del agua es muy baja, se pueden bloquear algunas piezas al congelarse gotas de humedad que pudiera haber en el interior del regulador.
Para resolver este problema existen los reguladores polares, los cuales tienen la cámara húmeda rellena de aceite o grasa termoestable. Para separar el agua se usa una membrana, que trasmite la presión ambiental, permitiendo el equilibrio hidrostático de la primera etapa.