Necesarios para saber el tiempo de inmersión, y poder calcular con exactitud las paradas en caso de ser necesarias.
Se aconseja usarlos con un límite de profundidad que doble la que se vaya a bajar.
Un reloj de inmersión clásico consta de una corona exterior graduada de 0 a 6º minutos en el sentido de rotación de las agujas. Esta corona sirva para indicar el tiempo de inmersión. Al principio se debe situar la referencia (suele ser un triangulo) coincidiendo con la aguja de los minutos. Para saber el tiempo que se lleva bajo el agua, basta con mirar la posición de la aguja de los minutos respecto a la marca.
Pocos relojes conservan el mecanismo tradicional, siendo sustituido por el cuarzo, ya que permite una precisión de 0,1 a 0,2 segundos por día. La única diferencia es el cambio de pila, aunque algunas duran hasta 5 años.
Los relojes digitales, poseen una esfera luminosa que visualiza la hora hasta en centésimas de segundo, y con funciones adicionales, como cronómetro, alarma…que permiten visualizar el tiempo de inmersión directamente.
Se debe asegurar que la batería se encuentra en buen estado, y que no se acabará durante la inmersión. Después de esta, si el reloj lleva corona giratoria, se debe lavar con agua dulce haciéndola rotar.
Es aconsejable una resistencia de a -200 metros como mínimo, ya que se aconseja usarlos con un límite de profundidad que doble a la que se vaya a bajar.