Aprender a bucear es una aventura que debe comenzar mediante una instrucción, de mente, cuerpo y medios. Ningún centro de buceo ni barco llevará a bucear a nadie que no disponga de un título reconocido.
El entrenamiento básico permite el buceo sin supervisión, pero dentro de unos límites. Enseña como montar el equipo, y su funcionamiento, así como moverse en el agua y las señales de compañerismo, y técnicas de auxilio. Con ello es suficiente para poder ver maravillas bajo el agua. En cursos más avanzados se obtienen conocimientos superiores para bucear en cuevas, de noche, bajo hielo o a grandes profundidades.
Cualquier persona puede aprender a bucear, aunque existen unos requisitos de salud básicos, y unas contraindicaciones. Por ejemplo si se padece asma es conveniente preguntar antes a un médico, aunque no debe suponer un problema.
Igualmente no es aconsejable bucear durante el embarazo, aunque si aprender snorkel, y acabar el resto del entrenamiento después del parto.
Si el buceador es menor de 14 años, existen cursos especiales para ellos. Los permisos para buceo infantil está destinados a niños entre 10 y 14 años, y son parecidos a los títulos básicos, peor con limitaciones de profundidad.
Las personas discapacitadas también pueden aprender a bucear, siendo muy beneficioso ya que ganan gran libertad de movimientos y ligereza. Existen cursos para personas que tienen ceguera, paraplejia, parálisis cerebral…
La única enfermedad que supone un mayor peligro para el buceo es la epilepsia, por el riesgo de ataques durante la inmersión.
Normalmente el comienzo de una nueva afición supone una inversión. El entrenamiento es bastante caro, pero si se realiza en un club puede resultar más económico, y en muchos lugares se ofrecen lecciones de prueba para ayudar a decidirse antes de pagar todo el curso.
Una vez que se ha realizado el curso, si se ha decidido comprar un equipo es conveniente probar diferentes modelos antes de adquirir uno, a fin de encontrar el más cómodo. Un equipo nuevo es caro, pudiendo resultar más conveniente adquirir uno de segunda mano, revisándolo antes de usarlo para ver si funciona bien y no presenta corrosión. Así mismo el alquiler de equipos ya sea en centro de buceo o tiendas en algo común y normal, siendo una opción cómoda al no tener que preocuparse del equipo, sobre todo si se bucea en lugares lejanos, ya que el transporte del equipo al extranjero puede ser caro.
Es conveniente comprarse un equipo básico de buena calidad: un tubo, unas gafas y unas aletas. Así se dispondrá de tres partes claves con las que se sienta cómodo.
Existen muchas organizaciones de buceo, siendo conveniente consultar varias escuelas antes de decidirse por una. Existen escuelas o clubes (aunque en Europa lo más común es el empleo de club). La principal diferencia es que una escuela es una empresa donde se paga por aprender a bucear. Un club suele ser una empresa sin ánimo de lucro, donde los componentes enseñan por ayudar a otros miembros.
Ambas son buenas opciones, y se debe elegir aquella que convenga más. Los clubes al ser una organización suelen hacer charlas, montar expediciones al extranjero… A veces solo disponen de sesiones de entrenamiento un día a la semana por lo que se pueden tardar varios meses en tener un título.
Las escuelas de buceo suelen tener mayor flexibilidad y horarios para adaptarse al mayor número de clientes. Si la escuela está en el interior, se suele aprender allí lo básico, completando el curso mediante salidas los fines de semana o en vacaciones.
Normalmente los cursos básicos son muy similares en cuanto a contenido y nivel. Lo mejor es dejarse aconsejar por buceadores experimentados, eligiendo la opción más conveniente a las necesidades de cada uno. Es bueno obtener referencias de la escuela o club antes de apuntarse, y pedir el título al instrutor.
Existen varias en todo el mundo. La mayor es la PADI (Asociación Profesional de Instructores de Buceo) la cual opera en todo el mundo. Existen otras como la SSI (Escuelas Internacionales de Submarinismo).
En Europa, la mayor parte de los clubes de buceo están asociados a la CMAS (Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas).
En España, la mayoría de las titulaciones, como la FDAS/CMAS se obtienen de la Federación Española de Actividades Subacuáticas, a la cual están asociados la mayor parte de los clubes. Aunque cada vez es más frecuente encontrar otras entidades como la PADI o la SSI.
Consiste en obtener unos conocimientos básicos de teoría, así como entrenarse en unas habilidades prácticas. A veces se suelen realizar las primeras inmersiones en una piscina, aunque también puede ser en un lago o en aguas poco profundas del mar.
Siempre comienza por una parte de teoría en la que se explica el equipo de buceo, los principios de los gases a grandes profundidades y bajo presión, aspectos relativos a la seguridad, comunicación, navegación… Esta teoría se puede dar de maneras diferentes según la escuela: en clases, en DVD, a través de Internet…siempre acompañada de un manual donde constan los conocimientos requeridos por el curso.
Después de aprender la teoría se enseña como montar el equipo, y las habilidades básicas. La enseñanza práctica comienza en aguas seguras: piscinas o la orilla del lago o playa. Se suele realizar una demostración de natación, para comprobar que la persona se sabe manejar en el agua.
Lo principal que se debe dominar en las aguas seguras son: como limpiarse las gafas y oídos bajo el agua, los procedimientos sin aire, como quitar, recuperar y volver a colocar el regulador, el control de flotación, las técnicas de aleteo…
Una vez concluidos estos pasos, se está preparado para realizar inmersiones más profundas.
Existen cursos que imparten conocimientos más avanzados, para permitir el buceo en lugares más peligrosos de lo común y como inicio de la carrera de instructor.
Suelen ser de diversos tipos como: inmersiones bajo hielo, en cuevas, nocturnas o de poca visibilidad, de rescate o supervivencia, a gran profundidad…