La inmersión ha acabado, y se debe guardar el equipo, registrar dato y realizar preguntas si es que han surgido dudas.
Lo primero es lavar y aclarar el equipo para eliminar el barro, la arena y la sal.
Si es un barco grande seguramente tendrá dos zonas, una para el equipo electrónico y otra para el resto. Hay que seguir las instrucciones que indique el encargado del barco y no dejar el equipo por ahí, donde se podría perder, estropear o molestar.
Si es una lancha neumática se deberá esperar hasta la costa.
Si se tiene planeada una segunda inmersión en el mismo día, se debe planear con antelación el tiempo entre una y otra, realizando primero la de mayor profundidad. Si el buceador no se encuentra bien, es mejor no realizar hasta recuperarse bien.
Normalmente se suele realizar un informe con el jefe de inmersión, pudiéndole hacer preguntas, como dudas sobre especies o problemas con el equipo. Es en este momento cuando se aprenden cosas sobre el lugar para una próxima inmersión, e ideas con el resto para mejorar las habilidades.
Se tomarán notas en el diario de navegación sobre la profundidad alcanzada, el tiempo, las condiciones del agua y del tiempo, el lastre usado, y características clave de la inmersión: detalles sobre el fondo, especies naturales, el pecio…
Como en cualquier deporte, el cuerpo ha perdido fluidos al realizar esfuerzos, por lo que será conveniente hidratarse, bebiendo agua, o alguna bebida no carbonatada, y comer algo sobretodo si se va a volver a bucear.
Si se tiene frío es conveniente secarse y tomarse algo caliente.