La costa de Noruega cuenta con una serie de entradas de agua, bahías y fiordos, rodeadas por más de 50000 islas. Existen muchos puntos de buceo espectaculares, pero el más importante puede que sea Ryfylke, al suroeste.
Bucear en los fiordos no es fácil. Se debe tener experiencia en el buceo en agua fría, manejando un equipo especial. Pero merece la pena el esfuerzo y ver las paredes escarpadas cubiertas por manos de muerto, esponjas corales y sargazos gigantes. En Ryfylke abundan rayas, siluros, galludos y numerosos crustáceos. También resulta impresionante ver los salmones y sus predadores, como las orcas.
La temperatura del agua oscila entre los 2 y los 20ºC, por lo que en invierno puede ser demasiado fría. Lo mejor para ver es la pared de Kjerag y Lyserfjord.