Están situadas a 1,6 kilómetros de la costa, enfrente de la desembocadura del río Ter, en Gerona, Cataluña.
Declaradas Reserva Natural en 1984, tienen una gran vida marina similar a la que había antes en el Mediterráneo, con una temperatura del agua de entre 14 y 25 ºC.
Los nutrientes del río, mezclados con las aguas frías de los acantilados, ricas en oxígeno, permiten la existencia y desarrollo de una rica vida marina, especies típicas del mediterráneo como el pulpo o el pez toro, junto con barracudas, anguilas…
Aparte de los animales, se debe saber que existe un coral rojo en sus aguas, muy usado en joyería.
La mejor época para ir es de marzo a septiembre, y aunque se debe pagar una pequeña cuota para bucear en sus aguas, merece la pena, por poder bucear en la cueva del Delfín (un túnel de 46 metros horadado en la roca), y en la isla de Carrall Bernat.